No somos capaces de convivir en libertad y respeto, sin demonios o fantasmas sociales o religiosos que no atosiguen y desvirtúen esa convivencia.
(Pulsa aquí para LEER toda la entrevista)
Las ciudades parecen llenas de trincheras de guerra democráticas. El sistema que hemos confeccionado nos ahoga a nosotros mismos, nos empuja a sobrevivir. El ciudadano ha perdido la importancia.
En una sociedad de supervivencia, el miedo es la mejor arma para gobernar. Inmerso en sobrevivir, el ciudadano atiende y acepta conceptos, reflexiones y maneras de proceder que enmascaran formas esclavitud (Pulsa aquí para LEER toda la entrevista)
Las ciudades parecen llenas de trincheras de guerra democráticas. El sistema que hemos confeccionado nos ahoga a nosotros mismos, nos empuja a sobrevivir. El ciudadano ha perdido la importancia.
En una sociedad de supervivencia, el miedo es la mejor arma para gobernar. Inmerso en sobrevivir, el ciudadano atiende y acepta conceptos, reflexiones y maneras de proceder que enmascaran formas esclavitud (Pulsa aquí para LEER toda la entrevista)